Cuando era un adolescente vi una película titulada "Atrápame si Puedes". En la película el protagonista se las arregla una y otra vez para escapar de sus perseguidores. Muchas veces pienso que esa película es una buena muestra de lo que pasa en la vida de la mayoría de los seres humanos. Hay mucho de lo que quisiéramos escapar: miedos, preocupaciones, deudas, problemas familiares, problemas en el trabajo o la escuela, y más. ¿Porque vivimos así? ¿Podemos cambiar nuestra situación? Aquí vas a encontrar la respuesta a estas y otras preguntas. Más aún, vas a encontrar la solución a todos los temores humanos.
El hombre huye
de muchas cosas pero de lo que más tratan de escapar los humanos es de Dios.
Esto es así desde hace tiempo. Después que Adán y Eva pecaron Dios vino a
visitarlos como de costumbre, pero la reacción de ellos al oír la voz de Jehová fue esconderse. Al no verlos en el lugar acostumbrado él comenzó a buscarlos
(Génesis 3). Desde entonces Dios ha tenido la misión de buscar al hombre para
restaurar la relación perdida (Lucas 19:10). Lo triste es que mientras Dios más
nos busca más tratamos de alejarnos de él. Sin embargo, nunca podremos ir
a un lugar tan lejano que Dios no venga a buscarnos. Ver Salmo 139: 7-10 (Nueva Versión Internacional).
7¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
8 Si subiere a los cielos, allí
estás tú;
Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
9 Si tomare las alas del alba
Y habitare en el extremo del mar,
Y habitare en el extremo del mar,
10 Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.
Y me asirá tu diestra.
Este proceso en
el que el creador se acerca al hombre para restaurar la reacción perdida se le llama
Plan de Salvación. Consiste en que a través de la muerte de Cristo en la cruz
del calvario Dios libra al pecador arrepentido de la condenación consecuencia
del pecado. Jesucristo ocupo nuestro lugar de castigo para que podamos ser
perdonados (Isa. 53:4-6).
Restaurar la
relación entre Dios y el hombre siempre es iniciativa de Dios. No obstante, él
espera que el hombre responda a su iniciativa a través de unos simples pasos.
Sentir Anhelo por Dios.
Todos anhelamos
algo mejor en nuestras vidas. Ese anhelo nunca queda satisfecho porque es el
clamor de nuestros corazones deseando llenar un vacío que solo Dios puede
ocupar. Aunque obtengamos todo lo que queramos nuestra búsqueda de algo mejor
nunca quedará resuelta estando separados de Jesús.
Conocer a Jesús.
¿Qué conoces
acerca de Dios? En ocasiones lo que conocemos es poco, pero es mejor conocer
solo un poco de él, que desconocerlo del todo. El espíritu Santo puede usar esa
pequeña porción de conocimiento que tienes y guiarte a una relación más
profunda con él.
Admitir que Somos Pecadores.
¿Habrá alguien
en el mundo que nunca haya hecho algo malo? "no hay justo ni siquiera
uno" (Romanos 3: 10-12). No somos pecadores porque pecamos, si no que
pecamos porque somos pecadores. Esa es nuestra naturaleza. Si te comparas con
otros hombres puede que pienses que tú no estás mal. Pero si queremos saber
cuál es nuestra verdadera condición entonces debemos comparar nuestra vida con
la de Jesús, esa la única vía para comprender que necesitamos un cambio.
Reconocer que Somos Incapaces de Cambiar Nuestra Condición.
El apóstol
Pablo declaro: "el bien que quiero hacer no lo hago y el mal que no quiero
hacer es lo hago" (Romanos7:15-21). Solo mediante una transformación
producida por el espíritu Santo podríamos actuar conforme a la voluntad de
Dios. A esa transformación Jesús le llamo "el nuevo nacimiento" (Juan
3:3). Una obra a través de la cual el Espíritu nos capacita para a obrar el
bien.
Entregarse.
Entregarse es
dejar de tratar de escapar de Dios. Dejar de tratar de ser buenos por nuestros
propios esfuerzos. Significa estar dispuestos a establecer una relación con
Dios de acuerdo a su voluntad y no de acuerdo a nuestra propia opinión.
Significa permitir que Dios obre en ti y a través de ti. Esta fue la experiencia de Saulo de Tarso (Hechos 9 :1-31)
Mediante este
proceso tu vida será significativamente enriquecida. Al dejar de insistir en
vivir alejado de Dios una nueva luz iluminará tu vida. El miedo, la
desesperanza y cualquier otra situación de la que quisieras escapar no representarán
más una amenaza. Estarás capacitado para enfrentar los desafíos de la vida
desde una perspectiva positiva, realista y victoriosa.
Amigo, no
importa donde usted se encuentre, o quien sea. No importa cuál ha sido su
pasado. Jesús le está ofreciendo su paz. Si nunca se ha acercado a él este es
el mejor momento para hacerlo. Déjate alcanzar hoy por el amor de Dios.
Repite en silencio:
Señor ya he
vivido demasiado tiempo alejado de ti. Vengo a tu presencia tal como soy.
Transfórmame por la obra de tu Santo Espíritu. Acéptame como tu hijo. En el nombre de Jesús, amén.Si te gustó este artículo, por favor, dale Like, compártelo y deja un comentario. De esa forma beneficiarás a otros y darás apoyo a nuestro ministerio.
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